domingo, 17 de septiembre de 2017

ELLOS






Si alguna vez entre nosotros surge esa magia que hace que cuando fijas la vista en los ojos de la otra persona te sientas abrazada...
Si alguna vez surge esa idea de que quieres quererme cada día y entregarme tu tiempo y tus ganas.
Si alguna vez paso a ser el mejor entretenimiento para tu cerebro y mi cuerpo todos tus domingos, quiero decirte que puedes equivocarte, que entenderé ese daño que me estás haciendo por qué puede ser que no sepas cómo actuar, por qué estás pasando un mal momento que estoy pagando yo o por qué eres gilipollas.
Que puedes a veces perder conmigo los papeles, que entenderé que todos lo hacemos y que vivir no es fácil.
Quiero que sepas también, que habrá mil cosas de ti que no voy a entender pero que sepas que respetaré por qué igualmente esas cosas son las que te hacen ser tu.
Si seguimos juntos, y pasan muchos días y conseguimos que las discusiones se conviertan en ganas de seguir adelante y que los errores construyan una fuerza que nos una más, si eso pasa te diré que tienes el derecho en fijarte en otras chicas, que se que no eres mía ni yo tuya, que comparto que querer a alguien no significa estar enjaulado ni mermar tu capacidad de sentir por alguien que no sea yo.
Si la vida que te espera no va a ser fácil, y pasas épocas en las que te golpea más fuerte de lo normal , quiero decirte que no debes preocuparte si pasas meses en los que estás más triste, deprimida , irritable o insoportable.
Quiero que sepas también que si un día por qué piensas que yo ya no valgo tanto la pena o por qué has vuelto a ser gilipollas te arriesgas a perderme o me dejas de cuidar te entenderé, por qué quizás a mí me pueda pasar lo mismo en otro momento.
Yo no me marcharé, no te dejaré de querer de un día para otro ni de pronto se me olvidara que un día quise llegar contigo al fin del mundo.
Quiero que sepas que si estás conmigo, si decides y te apetece bailar la melodía de mi vida puedes pisarme los pies, pero nunca me dejes de abrazar mientras bailamos, por qué cuando la música se pare y llegue a ese inesperado final lo único que quedara es que en lo que ha durado el baile nunca me has soltado.