miércoles, 4 de septiembre de 2013



Ocurrió una noche donde brillaba la oscuridad, donde las estrellas se desvanecían en su timidez, donde la luna descansaba en su resplandor, donde la brisa jugaba acariciando nuestros rostros… Ocurrió…era inevitable…ellos debían encontrarse…hallarse…descubrirse..amarse. El destino ya había puesto innumerables huellas en su camino…éstas brillaban en aquella oscura noche en que los corazones de los amantes palpitaban el encuentro. Y así…en un suave murmullo del viento, en un simple roce de brisa…estos dos ángeles enamorados se encontraron…dejaron que sus corazones se embriagaran de amor; que sus almas se acariciaran con la felicidad de sentirse completos; eran dos almas apasionadas que se dejaron empapar por el sudor de sus cuerpos amantes; cuyos besos, caricias, palabras, miradas formaban a su alrededor un "aura" de amor, ternura y pasión que los hacía únicos, que los diferenciaba del resto; que los trasladaba a otro universo…a Su universo…el de los amantes enamorados… Y así…con la unión de sus cuerpos; con la pasión de sus besos; con la ternura de sus caricias; con la sinceridad de sus miradas…se descubrieron y sellaron un amor que nunca tendría fin…que perduraría en el tiempo por el resto de los días…un amor implacable…puro…hermoso…que resplandecería en las miradas de estos dos ángeles enamorados............

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