miércoles, 22 de octubre de 2014

 
HUELLAS AMIGABLES
 
El tiempo que pasamos con cada amigo es lo que hace a cada amigo tan importante.
Las amistades se constituyen de pedacitos. Pedacitos de tiempo que vivimos con cada persona. No importa la cantidad de tiempo que pasemos con cada amigo, sino la calidad del tiempo que vivimos con cada persona. Cinco minutos pueden ser más importantes que un día entero.
 
Así, hay amistades hechas de risas y dolores; otras de la escuela, otras de salidas, cine y diversión;
también están aquellas que nacen y no sabemos el por qué, pero sabemos que están siempre presentes.
Tal vez están hechas de silencios compartidos o de mutua simpatía que no se tiene explicación.
Hoy también hay muchas amistades hechas solo de e-mails, nuestras “amistades virtuales” las que a veces nos hacen reír, pensar, reflexionar o gritar.
Un amigo se torna importante para nosotros y nosotros para él, cuando somos capaces, aún en su ausencia, de reír o llorar, de extrañar o querer estar bien cerca de él, sólo para disfrutar de su compañía.
Podemos tener varios mejores amigos de diversas maneras. Lo más importante es saber aprovechar al máximo cada minuto vivido y tener después, en nuestros recuerdos, horas para pasar con ellos,
aunque estén lejos.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario